En este blog estamos comprometidos a buscar la verdad que se esconde detrás de muchas mentiras, de muchos velos.Somos viajeros de la conciencia y así, presenciamos, por nosotros mismos, mucho de lo que ha pasado en nuestra verdadera historia y que tenemos el derecho de conocer.
La mayor verdad que estamos trayendo a través de este blog es que Dios es en realidad, una Diosa, es una Creadora, es el Amor Viviente que pulsa la vida a través de cada latido de su corazón.
A lo largo de nuestra historia, se han ido acallando, una a una, todas las mujeres que han defendido la importancia de estar en el corazón, para que fuera la guía de nuestras vidas, para que viviéramos en la inclusión, en la bondad, en la belleza, en la armonía.
En este blog tenemos el compromiso de traer de nuevo a la Conciencia Humana a esas mujeres valientes que defendieron la esencia que todos somos y que, tristemente, hemos olvidado la mayoría de nosotros: EL AMOR y su importancia como Principio Rector de la Vida.
Hemos andado un duro periplo fuera del amor y ahora la Madre Divina nos llama de vuelta a él, porque Gaia, su hija, así lo ha solicitado y muchos seres conscientes, es decir, muchos seres que sostienen el amor en sus vidas, también lo han solicitado.
En torno a la Lemuria hay muchas leyendas.
Tanto Igneón, como yo, en la recuperación de nuestras memorias, en el recuerdo de quienes somos, hemos vivenciado muchas cosas respecto a este gran continente, que custodiaba la Energía del Amor, la Energía de la Madre Creadora, y que se hundió en el olvido, gracias a una de sus hijas, a una de sus colonias: la Atlántida, de la que somos reductos, en su mayoría, los seres que ahora estamos encarnados en la 3D de la conciencia, en la Tierra de superficie.
Esta hija, desviada, hizo prevalecer la luz, el conocimiento, la mente, por encima del amor, por encima del corazón y del ' nosotros'. Hoy somos el resultado de esa elección nefasta: Seres alienados, aislados, desconfiados, vacíos, viviendo desde el yo, y no desde el nosotros, muertos por dentro en vida...
Lemuria hoy resurge para traernos la esencia original que también perdió en su última etapa, la Esencia del Amor Viviente. Muchos son los seres (estelares, intraterrenos y humanidad 3D consciente) que están trabajando para traer la Nueva Lemuria, la Nueva Tierra, a su manifestación.
Los lemurianos fueron los seres humanos modelos a emular en sus orígenes, antes de desvirtuarse, participando también en guerras con la Atlántida. Esto tiene mucha relación con los hermanos de Sirio, que son sus custodios y los que nos van a ayudar ahora a elevar nuestra frecuencia a la 5D (próximamente hablaremos sobre este tema de Sirio y su relación con nuestra historia evolutiva).
Hawai es un reducto de la Lemuria.
Tilika, Diosa de la Tierra Hawaiana y custodia del Amor, tenía la capacidad de ver TODO. Vio algo que 'no debía' y se le quitó la vida, arrancándola los ojos y la lengua, para que nunca pudiera ver más, ni contar nada de lo visto.
El que lo mandó hacer fue un ‘maestro’ de la luz, aún hoy aclamado y seguido. Un ‘maestro’ descubierto en su falta para la Conciencia Humana y reclamado para el amor, del que se salió, aún siendo su naturaleza originaria angélica.
Inneé, Diosa del Amor Viviente de la Antigua Lemuria, también fue engañada por la Atlántida y cruelmente asesinada, siendo echada al pozo profundo y oscuro de la inconsciencia humana.
Maria Magdalena, fue una mujer culta, impecable, encarnación femenina del Amor Viviente de la Madre Divina. Contraparte de la encarnación masculina del Amor Viviente de la Madre Divina, Jesús de Nazaret. Juntos nacieron en Palestina para traer de nuevo a la Tierra el Amor Viviente de la Madre Divina. Ella pasó a la historia como una prostituta a la que Jesús la exorcizó de 7 demonios. Nada más lejos de la verdadera María Magdalena, que a la muerte de Jesús, se fué con José de Arimatea a la Galia (Francia), a seguir expandiendo el Amor Viviente.
Es para nosotros un placer traer, a la luz de la conciencia y al amor del corazón, a aquellas mujeres silenciadas por ser y vivir lo que todos en esencia somos: AMOR.
